Sabemos que una de las decisiones más complicadas que hay que tomar al hacer una obra en casa es la relativa a los materiales. La variedad que hay en el mercado hoy en día es tan amplia que la elección no siempre resulta sencilla.
Es cierto que muchas veces se hace la elección atendiendo al precio, pero nosotros siempre recomendamos valorar otros aspectos como la calidad o la practicidad más allá del coste final. En la mayoría de los casos, pagar un poco más suele tener importantes beneficios a largo plazo. Todos los materiales tienen cosas buenas y algún que otro inconveniente, de ahí la dificultad de elección.
Algo que no podemos evitar cuando hablamos de tabiquería es dudar entre el tabique de ladrillo, y el entramado auto-portante de cartón yeso. Este debate empieza con varias diferencias importantes a la hora de imaginar el espacio resultante, basadas en la utilización del espacio y la sensación de robustez que puede estar bien vista para según qué situaciones. Las ventajas en la hora de ejecutar el tabique y las posibles modificaciones que puedan suceder a lo largo de la obra hacen que el sistema de cartón-yeso (comúnmente conocido como “Pladur”, que es marca comercial) parezca más adecuado.
¿Cuáles son estas ventajas constructivas del tabique de cartón-yeso?
En nuestra opinión, la mayor ventaja es el trabajo en seco. Una vez que la obra se cierra y colocamos las carpinterías, se crea un ambiente interior húmedo debido a la utilización, como norma general, de hormigones, cementos, pastas… que pasados meses van a seguir aumentando la humedad interior, por lo que debemos de tener des-humidificadores si tenemos un tiempo de entrega ajustado, y otros materiales, como la madera, que van a comportarse de manera inapropiada si variamos su contenido de humedad. Esto en el Sur no suele pasar por nuestro clima cálido el 60% del año, al menos.
También, lo más habitual es que cada tabique o partición tenga algún tipo de instalación, bien sea por un lado o por el otro, enchufes, interruptores, grifos, colectores… Es aquí cuando este sistema de cartón-yeso tiene una gran versatilidad en obra. Se instala la mitad del tabique, es decir, se coloca la banda perimetral de apoyo, la estructura portante de perfiles metálicos y una cara de los paneles de cartón yeso. A partir de ahí, se realizan todos los pases de instalaciones a la vista, dejando indicaciones perfectamente señaladas y replanteadas, que ayuda mucho en obra.
A lo largo de los años los paneles de cartón-yeso han mejorado en calidad y en variedad. En la actualidad disponemos de paneles con especiales propiedades aumentadas de aislamiento para, según en qué caso, altos niveles de ruido, fuego, humedad, resistencia al impacto, etc.
¿Cuáles son estas ventajas constructivas del tabique de ladrillo?
El ladrillo es un material que se utiliza en la construcción desde hace siglos. Básicamente es material cerámico compuesto de arena y barro. A esto se le suma que para levantar una pared de ladrillo sólo haga falta el propio ladrillo, arena y cemento. Los ladrillos tienen un tamaño pequeño lo que le hace ideal para adaptarse a cualquier espacio sea grande o pequeño con flexibilidad.
No cabe duda de que el ladrillo también especialmente resistente. Si el tabique está bien hecho no debería dar ningún problema y será resistente incluso a fuertes golpes. Es más, incluso se podrán colgar muebles u objetos pesados de la pared con total seguridad, algo que no siempre es posible cuando se trata de tabiques de cartón-yeso. Y es evidente que resiste mejor las humedades, sin importar su procedencia.
Aunque también hay que tener en cuenta que su peso es mayor, que genera más residuos de obra, que el tiempo de ejecución suele ser mayor y que necesitará aplicación posterior de yesos endurecidos con perlita para un acabado óptimo previo al acabado final con pintura, papel, etc..
A nivel de precios ambos sistemas están en la actualidad muy cercanos; antes la tabiquería con placas de cartón-yeso eran más costosas, pero a día de hoy el coste respectivo no supone una ventaja decisiva.


Nuestra opinión.
En nuestro caso, para divisiones interiores en viviendas somos más partidarios del ladrillo pues las desventajas que supone en la ejecución (obra húmeda, mayor peso estructural, residuos en ejecución) se convierten en ventajas en el día a día del uso de la vivienda. También está el sistema de tabiques de hormigón celular que siendo obra seca, su resistencia a impactos y su capacidad portante de muebles y enseres es similar a la de los tabiques de ladrillos. Si bien este producto es de aparición más reciente, el coste del material es mayor pero también el rendimiento en ejecución también es mayor. Entre las distintas alternativas, con sus pros y contras, nos decantamos pues por la rigidez del ladrillo en modo de obra húmeda o la rigidez del hormigón celular en modo de obra seca. Dejando el cartón yeso para aplicaciones concretas donde se requiera especial aislamiento acústico o donde no sea necesario rigidez portante. Sí nos gusta especialmente el cartón-yeso para el revestimiento de techos.
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